jueves, 8 de octubre de 2009

PRIMERO LAS DAMAS...













Por: Danilo Ovando

Hace muchos años, en un país que ya no existe, se acostumbraban gestos de caballerosidad y decencia como el de permitir el paso primeramente, a las damas. Y no me refiero a aquél jueguillo de tablero que se jugaba con fichas de colores que de alguna manera se deslizaban sobre un tablero de cartón impreso al más puro estilo del ajedrez con grandes cuadros negros y blancos alternados entre sí, sino a aquellos seres humanos que por definición eran frágiles, delicados, de estructura del todo estética pero resistente, de actitud cándida y sutil, y en la mayoría de los casos, hermosos. Eran seres humanos que de manera repetitiva pero libre, se ilusionaban con los muchachos (seres humanos diferentes a ellos, con características físicas complementarias a las de ellos (los del grupo denominado damas), y con quienes soñaban formar un hogar y una familia. Que antiguamente querían decir: hogar, el lugar de comunión de seres consanguíneos que se aman de manera más estrecha y sincera; y familia: grupo social formado por un ser humano denominado varón, un ser humano denominado mujer (o dama) y el conjunto de seres humanos engendrados por ambos como resultado de su amor, compromiso y complementariedad.

Estos seres humanos llamados damas, traían una marcada tendencia a la ternura y a la dependencia, sin que ello disminuyera su enorme capacidad cognitiva e intelectual. Ya que fueron formados desde su creación, como seres humanos de primerísima calidad, tanto, que fue con ellos con quienes se dió por concluida la perfecta creación del único y verdadero Dios.

Cuando el primer humano de tales características fue presentado a su semejante diferente, (creado con anterioridad y características diferentes) éste , qien había recibido la encomienda del trabajo y el cuidado del medio ambiente 100% ecológico que les rodeaba, le llamó instintivamente "varona", alegando que del primer ser humano existente y conocido como varón, había sido tomado.

A diferencia de aquellos tiempos, en la actualidad se ha roto la tradicional diferencia entre uno y otro tipo de seres humanos, y nos encontramos rodeados de seres humanos desprovistos de sus cualidades originales que los clasificaban en varón y varona, y es cada vez mayor la existencia del humanomonogénero, que en ocasiones ni siquiera conserva las cualidades físicas que antiguamente le eran propias, y que en lo cotidiano se presentan como lo que nunca fueron, aunque algunos conserven ciertas características de uno u otro rango o género.

Ahora, al observar una abundante y rizada cabellera, nos percatamos de que no es una dama sino un futbolista, que en su muy viril estilo usa aretes, collares y pulseras; que al ser presentados con un colega de oficio o profesión, y decir "mucho gusto señor..." caemos en cuenta que no tiene ni patillas ni bigotes ni el tono de voz esperado, amén de lo abultado de su camisa bajo la corbata. Y ya no digamos los seres humanos salidos del clóset o del ropero de las varonas o de los varones, que hoy en día son todo lo contrario. En aquél país hoy inexistente, se honraba la presencia de los padres y abuelos; en el mundo de hoy, se les desprecia y arrumba, se les avergüenza so pretexto de modernidad y desarrollo social, al imponérseles por leyes “progresistas” un hijo luego de haber criado una hija y haberle hecho su fiesta de quince años con chambelanes, pastel y globos rosa, o una hija, luego de haberle comprado ropas de tonos azules, cochecitos y soldaditos durante toda su niñez. Hoy, ambos juegan fútbol, practican la lucha libre y las peleas en lodo. Por eso, es que la falta de cortesía para quienes ya no desean ser damas va en aumento, porque muchas de ellas prefieren abstraerse de sus cualidades fisiológicas por desencantos, frustraciones o abusos sufridos, y prefieren mostrarse agresivas, dominantes y autosuficientes, y en muchos de los casos, complacientes y coquetas con otro ser humano de sus mismas características de género.
Por el otro lado, quienes en algún momento de la historia se caracterizaban por su fuerza, formalidad y liderazgo, hoy han sucumbido y se muestran débiles, incapaces y cada vez más dependientes. Llegando también al engaño absoluto de la interacción sentimental y de otros órdenes, con seres humanos de sus mismas condiciones de género que les ofrezcan seguridad, ternura y protección.

Lo más probable, es que en breve, al planeta se le llame Tierro, y a los cielos cielas, a las damas damos y a los hombres hembras, porque en este mundo que vivimos, ya hace tiempo que no son... Primero las Damas...

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